España tristemente destaca por ser uno de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en los
que los salarios reales bajan, en particular por la mala calidad de los
nuevos empleos creados tras la crisis, lo que redunda en que sea el
segundo por la cola, tras Grecia, con mayor porcentaje de pobres en edad
de trabajar.
Un
15,9 % de las personas en edad de trabajar en España tiene unos ingresos
inferiores al 50 % de la media del país, muy cerca del 16 % de Grecia,
señala la (OCDE) en su informe anual de perspectivas del empleo.