Trabajar es
una expectativa adquirida desde la infancia y reforzada en la escuela, la
familia, los medios de comunicación,..., es un proceso implícito en el
desarrollo de la identidad social, por
lo que es un rol básico y central en la vida, que permite la satisfacción de
necesidades económicas, da seguridad, genera relaciones sociales
(compañeros/as, clientes/es, superiores, etc.), realización personal,
autoestima. etc.
La importancia
del trabajo en la vida, varía de una persona a otra. Hay para quien el trabajo
y la empresa, es el centro de su vida, pone la máxima dedicación y pasa mucho
tiempo. Para otras personas es simplemente algo necesario que permite cubrir
las necesidades básicas. En todo caso cuando este se pierde, y más en una época
de crisis en la que es difícil encontrar nuevas oportunidades y donde la
competencia es muy elevada, se genera
una situación de duelo, que es necesario superar.