El edadismo es la
estereotipificación y discriminación, a personas o colectivos por motivo de
edad. Engloba una serie de creencias, normas y valores que justifican la
discriminación según su edad (Wikipedia). La palabra edadismo no está
registrada en el Diccionario de la Real Academia Española (RAE).
Los términos edadismo, edaísmo, viejismo, gerontofobia y
etarismo tienen su origen en el término inglés “ageism” el cual fue acuñado en
1968 por el gerontólogo y psiquiatra Robert Butler (21 de enero de 1927 – 4 de
julio de 2010), para referirse a la discriminación contra las personas mayores.
El esfuerzo de la sociedad actual por permanecer joven a
toda costa, implica una desafección respecto a la madurez, una percepción muy
arraigada, incluso inconsciente, de que los cambios que conlleva el
envejecimiento son indeseables. Esta creencia es muy difícil de revertir cuando
tantas situaciones apuntan realmente a desempleo, soledad y pérdida de
reconocimiento social. El sueño de la juventud eterna es uno de los grandes
mitos contemporáneos, España está en el
primer lugar en operaciones de cirugía estética con respecto Europa y el
tercero del mundo.
Los resultados obtenidos en la encuesta World Values Survey,
con una muestra en 57 países, que abarcó a más de 83 mil personas, con el
objetivo de evaluar la actitud general hacia las personas mayores, concluyó que
el 60% de las personas encuestados opinó que los ancianos no reciben el respeto
que se merecen, lo cual es un problema aún más agudo en los países de ingresos
elevados.
Si bien el término edadismo se usa también con respecto a
prejuicios y discriminación contra adolescentes y niños, como negarles ciertos
derechos (por ejemplo, votar), o ignorar sus ideas porque se los considera
"demasiado jóvenes" o asumir que se comportan de cierta manera por de
su edad. El término principalmente se usa en relación con el tratamiento de las
personas mayores. Además, se ha señalado que la estigmatización no solo se
produce fuera del grupo cohesivamente imaginado de los ancianos, sino que
también tiene lugar dentro del propio grupo estigmatizado. El miedo a la muerte
y el miedo a la discapacidad y la dependencia son las principales causas del
edadismo. Evitar, segregar y rechazar a las personas mayores son mecanismos de
afrontamiento que permiten a las personas evitar pensar en su propia
mortalidad.
El edadismo se manifiesta de muy diversas maneras, entre ellas
la jubilación obligatoria por cuestiones de edad, lo que no considera una serie
amplia de aptitudes que deben capitalizarse.
Las repercusiones del edadismo en la salud, los prejuicios,
actitudes negativas y discriminación en contra del envejecimiento en general y
de las personas mayores, impacta fuertemente la salud física y mental de
quienes pertenecen a ese grupo de edad.
Es necesario poner en perspectiva el tema del envejecimiento
a nivel mundial, basta decir que para 2025 se duplicará el número actual de
personas de 60 años o más y más allá del 2025 la cifra llegará a los 2,000
millones, de los cuales la gran mayoría vivirá en países de ingresos bajos y
medianos.
Para Sara Berbel Sánchez, doctora en Psicología Social, las personas
“mayores de 45 años” son excluidas para tantas cosas fundamentales en la vida,
como por ejemplo el empleo. ¿De verdad ser mayor de 45 años impide incorporarse
a un trabajo con entusiasmo, desarrollarlo con excelencia, colaborar en el
triunfo del proyecto o acceder a un cargo de decisión? Al parecer, esta
creencia está firmemente arraigada en el mundo laboral a tenor de los datos que
ofrece la EPA, según los cuales el año 2017 cerró con la certeza de que la
mitad de todas las personas en paro (y muchas de ellas en desempleo de larga duración)
tienen más de 45 años. Según el Instituto Nacional de Estadística, un 30% de
las personas de más de 45 años afirman haber sufrido discriminación por su
edad, un porcentaje comparable al sexismo o al racismo, las otras dos grandes
discriminaciones. A la discriminación por edadismo se suma la del machismo
imperante, así que para una mujer envejecer es más terrible que para un hombre.
Los motivos del edadismo son múltiples. Mucha gente cree que
la discriminación en el empleo se debe, exclusivamente, a que no se desea pagar
sueldos mayores de los que se destinan a la juventud. Sin embargo, la media de
los nuevos salarios que se ofrecen a las personas en paro, según la EPA, no
muestra grandes diferencias por edad, y castiga especialmente a las mujeres
mayores de 45 años que desean incorporarse o (re)incorporarse al mercado
laboral, tanto como a los jóvenes. Una sociedad que no reconoce el talento, la
belleza y la sabiduría de las personas no ya mayores, sino de mediana edad,
está enferma, según analiza Sara Berbel.
La vejez es una fase de la vida, por lo que hay que ser
capaces de construir una sociedad para todas las edades, apostando por la
“venerable ancianidad” como la sociedad
china.
En los procesos de selección, la edad no debe ser un filtro.
Las personas mayores de 45 años, tienen mucha experiencia, talante y capacidad de producir, lo que hace que sean
muy necesarias en el mundo laboral, por lo que hay que poner en marcha acciones
para que las empresas valoren positivamente al colectivo.
Para más información ver los siguientes enlaces:
LauraRosillo LaMadurescencia
Resumen ponencia, Clicar Aquí ,en 3r congreso Assat50 sobre l'Ocupació i l'Atur de les Persones Aturades de Més de 45 Anys, de Plataforma contra en edadismo.
Maria Hilda LOPEZ PEREZ
Presidenta Assat50
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